“Una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades del animal es esencial para la salud de este último” Alex Arce, veterinario
15/10/2025Ya llevamos un tiempo en que palabras como microbioma, microbiota, prebiótico y probiótico, se han ido incorporando poco a poco a nuestro lenguaje diario, principalmente si hablamos de salud humana, pero también son palabras o términos que se aplican a los otros seres vivos con los que convivimos, como los perros y los gatos, por citar a dos de los más comunes.
¿Y qué mejor manera para que nos lo explique alguien que sabe de esto como Alex Arce, propietario de la Clínica Veterinaria Miengo Rock ‘n’ Pets? El especialista señala que miles de millones de bacterias, virus, hongos y otros microbios que viven en distintas partes del cuerpo forman el microbioma, este es por lo tanto único en cada ser y está influido por factores como la genética, el entorno y la dieta. De esta manera, un microbioma equilibrado u óptimo de un perro o un gato mejorará su digestión, el sistema inmune y la prevención de enfermedades, lo que sin duda influye en la salud física y emocional del animal y es un factor clave en su bienestar general. Así que la siguiente pregunta podría ser: ¿Cómo podemos mejorar este microbioma?
La respuesta la tiene Alex cuando dice que una dieta rica, equilibrada y adaptada a las necesidades del animal es esencial. También son importantes el uso de los probióticos, que son bacterias vivas beneficiosas, y los prebióticos, que son sustancias que alimentan a esas bacterias para contribuir a la buena salud del microbioma, sobre todo si nuestro animal ha recibido tratamiento con antibióticos o ha sufrido una disminución de los microorganismos beneficiosos y un aumento de los patógenos, lo que Alex denomina disbiosis, o simplemente, como una medida preventiva.
De hecho, Alex asegura que los prebióticos y probióticos que existen en el mercado o que son prescritos por veterinarios “son muy buenos, tanto en piensos como en suplementos.
Por si fuera poco, contar con un buen microbioma ayuda en la digestión, fermenta fibras vegetales y produce ácidos grasos beneficiosos además de entrenar al sistema inmunológico para distinguir entre amenazas reales y elementos inofensivos.
De hecho -como asevera el veterinario de Miengo- “existe un eje intestino-cerebro: un microbioma equilibrado puede influir positivamente en el comportamiento y el estado de ánimo del animal”. Es más, su desequilibrio se ha relacionado con enfermedades digestivas, inmunológicas y de la piel.
Alex señala que si sabemos qué cosas o qué hábitos pueden dañar el microbioma podremos tener más armas para mejorarlo. Algunos de esos factores perjudiciales son los antibióticos, que son uno de los factores que más afectan negativamente, ya que eliminan bacterias buenas junto con las malas, las dietas pobres y los ultraprocesados. Los cambios bruscos de alimentación pueden reducir la diversidad microbiana y el estrés y algunos medicamentos también pueden tener un impacto negativo.
Lo importante es que el microbioma esté equilibrado ya que en caso contrario puede implicar una pérdida de bacterias beneficiosas y el crecimiento de bacterias dañinas y puede contribuir a enfermedades inflamatorias crónicas, infecciones recurrentes, alergias o trastornos digestivos. Su desequilibrio también puede alterar el comportamiento o reducir la resistencia a infecciones.
En caso de duda siempre es oportuno consultar a expertos como Alex que lleva desempeñando su oficio de veterinario en Miengo desde hace 16 años, aunque en el local de la calle Villanosa, nº 67, en la plaza del Ayuntamiento, lo ejerce desde el año 2015. Su abuelo, Benjamín Arce, también ejerció de veterinario en la zona. El teléfono para una cita previa es 639 72 40 89.



