El Mercado de la Esperanza de Santander: 121 años ofreciendo calidad y cercanía en sus 80 puestos

Fue declarado monumento histórico-artístico en 1977

¿Qué tienen en común o cuál es la vinculación entre la explosión del barco Cabo Machichaco en 1893 y la creación del Mercado de la Esperanza? Pues que tras la tragedia, se realizó un plan de remodelación del centro de la ciudad de Santander en el que se incluyó la construcción del citado mercado de abastos.

Fue proyectado por los arquitectos Eduardo Reynals y Juan Moya en 1897, mereciendo sus artífices la Medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su importancia arquitectónica e histórica radica en que es una de las grandes y escasas muestras de arquitectura en hierro decimonónica conservadas en España.

Inaugurado el 10 de abril de 1904, siguiendo la moda europea, con una gran estructura de hierro y vidrio, hoy en día se trata del mercado de este tipo más grande de Cantabria, dedicado fundamentalmente a la alimentación y que acoge en sus dos plantas a casi un centenar de puestos. Ocupa una superficie de casi 2.000 metros cuadrados.

La planta baja se dedica a la venta de pescado y marisco, mientras que la planta alta está dedicada a la comercialización de productos cárnicos, lácteos, frutas y verduras. También es posible comprar pan y tomarse un café por lo que se trata de un lugar de visita obligada no sólo para los santanderinos y visitantes de otras localidades de Cantabria, que buscan productos de calidad y de kilómetro cero, sino para los de otras comunidades, que pueden comprar “in situ” productos de alimentación de calidad insuperable.

Pescados y carnes de Cantabria, un sinfín de viandas, verduras, legumbres y una gran variedad de fruta, entre otros muchos productos, se presentan a la vista de todo el mundo y bajo la mirada de expertos en la materia, porque así hay que calificar a las personas que están detrás de todos y cada uno de los mostradores, y que estarán encantados de responder a cualquier pregunta del comprador sobre el origen, características o forma de preparar el producto que vayan a adquirir.

El Mercado de la Esperanza cuenta con algunos puestos de productos típicos de Cantabria, por lo que es una buena opción para comprar quesadas, anchoas, quesos o cualquier delicia de Cantabria que se quiera llevar a casa para agasajar a los amigos o para disfrutarla con amigos, en definitiva, buenos productos, buenos  precios y buena atención.

Además, en los últimos años el Consistorio santanderino ha llevado a cabo diversas obras de adecuación en el recinto, entre ellas la remodelación integral del edificio, que incluyó la consolidación de los cimientos y la restauración de la cubierta férrea, así como  la mejora de su accesibilidad con la instalación de dos ascensores, con lo que las dos plantas del mercado están conectadas, y como elemento más singular, una pasarela peatonal sobre la plaza de la Esperanza que da acceso a la planta superior del mercado.

La Cocina de la Plaza

El pasado mes de abril el Ayuntamiento de Santander ha inaugurado en la planta baja de este mercado un aula de cocina versátil, ‘La Cocina de la Plaza’, con el fin de revitalizar y dar un nuevo propósito al histórico mercado. Concebida como un espacio dinámico, abierto, saludable y perdurable, ‘La Cocina de la Plaza’ busca resaltar la calidad de los productos locales. Está equipada con siete estaciones de cocina de última generación dotadas con electrodomésticos y materiales de alta gama.

Además, el espacio cuenta con un graderío con capacidad para 25-30 personas, construido por el equipo de talleres municipales. El aula también dispone de modernos equipos audiovisuales, como micrófonos, altavoces y pantallas, para garantizar actividades docentes de calidad. Más información en www.santander.es y en https://www.mercadodelaesperanza.com.

Plaza de la Esperanza s/n (Santander)

Horarios: Lunes-Sábado: 8:00-14:00

Jueves y Viernes: 8:00-14:00 y 17:00-19:30